martes, enero 23, 2007

Inventario personal

Hace años, mi amiga Carmen me contó de una tarea que le había solicitado su psicoanalista. En una hoja de papel debía responder, a modo de ejercicio, tres preguntas clave: ¿Qué tienes? ¿Qué eres?, y la más difícil y más importante de todas, ¿quién eres?
De entrada, y a los 20 y tantos que tenía yo en aquel entonces, me pareció que mi amiga exageraba al decir que era una labor difícil. Pero al paso de los años, cada vez que trato de responder estas preguntas en mi cabeza, más pedregoso me resulta el camino, sobre todo cuando llego a la tercera.
Hoy decidí que era un buen momento para entrarle al inventario, porque siento que este es el espacio infinito donde puedo reencontrarme a mi misma y porque no hay mejor manera que compartirla con los visitantes frecuentes y aislados que se atreven a entrar a los mundos que construyo.
Va, pues:

¿Qué tengo?
Tengo un marido por el que muchos me han dicho que me saqué la lotería y del que me confieso una adicta sin remedio. Tengo un par de hijos inteligentes y bellos, tengo una madre y un padre que aunque lejos uno del otro, siempre están cerca de mí. Tengo a mi hermano Grimalkin, a mi cuñada Gaby, a mis sobrinos Sealtiel y Krys, una familia que siempre va en mi corazón. Tengo a mi hermano Melicos y a Adriancín, la pareja de mi mamá, que son estrellas en mi noche. Tengo una abuelita que fue mi ángel de la guarda por muchos años, pero que un día se olvidó que yo existía, por el peso de los años. Tengo muchos tíos. Tengo suegros, cuñados, concuños y a mi sobrino Rodri, a quienes he aprendido a adorar por muchas más razones que el lazo familiar que nos une. Además, tengo una pila de libros y revistas, ropa y zapatos que ya han conocido varias batallas a lo largo de los años, unas cuantas alhajas sin valor, sala, comedor, recámaras, microondas, computadora, tele, dvd, todo compartido con mis tres hombres. Tengo una muñeca que me regaló mi abuela y se parece a mí, y otra que me regaló mi marido y que me recuerda que aún sigo siendo niña. Tengo poco dinero, pero muchas ganas de conseguirlo. Tengo brazos, piernas, ojos, cabello, que tal vez no ganarían un concurso de belleza, pero que me han dado buen servicio. Tengo un cerebro, y trato de alimentarlo con la frecuencia que me es posible, porque de él dependo. Tengo 36 años que he vivido a plenitud.

¿Qué soy?
Soy periodista, aunque ya no estoy segura por qué. Alguna vez soñé con ser escritora, pero nunca pensé que esto tendría que ver con los medios de comunicación. De hecho, de niña decía que nunca sería periodista, pero creo que me fui dejando llevar por la vida y acabé aquí, donde mi padre cosechara tantos triunfos. He sido feliz en mi profesión, pero no puedo evitar cuestionarme a cada paso si era aquí donde debería estar, supongo que sí. También soy madre, y tal vez no la mejor, pero sí una madre que a diario les dice a sus hijos que los ama y los escucha y trata de llenarles la vida de luz. Mi labor de madre, como la de muchas mujeres, me obliga a ser por turnos, cocinera, costurera, lavandera, decoradora, enfermera e incluso un poco psiconalista, cuando entran las crisis de la edad. Soy esposa, y es un papel que cumplo con alegría, porque pese a mi vertiginoso paso por las ondas feministas, he aprendido ser una de las dos piezas del engrane para que funcione la maquinaria de mi matrimonio. También soy, como dirían en Sexo, Pudor y Lágrimas, una declarada fanática del orgasmo. Soy hija, y en este papel he sido rebelde, a veces injusta, pero trato de autoexaminarme cotidianamente y enderezar el rumbo. Soy hermana, tía, cuñada, nuera, concuña, y procuro que mi paso por la vida de los demás sea amoroso y solidario. Soy amiga, fiel hasta la médula y amorosa como la que más. Soy una niña a la que le gustan los juguetes, las películas de amor y los chocolates. Soy una bailarina experimental. Soy una lectora adicta a autores como Saramago, García Márquez, José Agustín, Paco Ignacio Taibo II y una larga lista de etcéteras. Soy una amante de la música de Serrat, Sabina, los ochentas, aunque en mis momentos de trabajo prefiero los conciertos de música clásica y para bailar, el merengue es lo mío. Soy una creyente en algo superior, pero nunca una fanática. Soy una mujer de izquierda, y tengo a mis ídolos, el Che es uno de ellos. Soy mujer, orgullosa, feliz, afortunadamente mujer.

¿Quién soy?
Soy un ser humano a veces atormentado por el peso de las angustias cotidianas, pero que siempre procura confiar en que la vida se parece mucho a la naturaleza y así como tiene momentos de frío, los tiene de calor. Igual que las hojas caen en el otoño, reverdecen en la primavera, y yo siempre estoy a la espera de la primavera. Soy una mujer que cree en sí misma tanto como cree en los demás. Quizá esto de ser confiada no siempre me ha funcionado, pero me resisto a ver a todos tras la lupa de la desconfianza. Soy una mujer solidaria. Soy, antes que nada una idealista, que cree que este mundo será mejor el día en que seamos todos congruentes, el día en que permitamos a los demás tener la misma libertad de elección que pedimos para nosotros mismos. Soy un ser humano que ve a todos igual, sin importar si tienen más o menos dinero, si se ajustan o no a las reglas establecidas de belleza o comportamiento, si tienen una u otra preferencia sexual o su piel es de tal o cual color. Soy un ser humano con defectos, a veces un poco depresivo, a veces un tanto impulsivo, pero me acepto tal cual. Soy una soñadora sin remedio que a veces se enclaustra en el mundo de la fantasía cuando el real le propina algunos trancazos. ¿Acaso existe el mundo real? Soy yo, y he aprendido con el paso y el peso de mis 36 años que ser yo es toda una responsabilidad, pero cada día, a cada momento la asumo gustosa, no me pesa ni un minuto de los que he vivido, no me pesa ninguna de las palabras dichas porque siempre he tenido tiempo de refrendarlas o retractarme. No me pesa ninguno de las experiencias transitadas porque gracias a ellas, por más dolorosas que sean, he trazado nuevos y mejores caminos. No me pesa ser yo, así, Taydé Cecilia, tan simple y hermoso como eso.



10 comentarios:

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Dios mío!!!


QUE HERMOSO TODO, TODO, TODO...Y TODOS!!!!!!

Tay, sos una Reina! Sos una mujer completa...y ya sabemos que seguirás...bla..bla...todo lo que se dice...pero me quiero quedar acá. Sos completa, hoy y ahora!

Mirá el amor, la compañía, esos hijos, ese esposo...
Miro tu sensibilidad, tu capacidad de usar las letras con semejante delicadeza y puntería (diría Robin Hood)....

Vas a salir adelante, en todo, mi amiga...porque este ejército está con vos, a diario, sin pedir prestado: es el tuyo. Te dejo un abrazo enorme! Me hiciste llorar...de alegría!!!!

Me hacés un favor???
a esos dos chiquitos...les das cuatro besos a cada uno: frente , cachetes, nariz...de parte mía!!!!

y a tu maridazo....una sonrisa , y mis felicitaciones por haberse conseguido semejante mujer!!!ahhh....hoy lava los platos él, en tu honor!!!! Mejor, el resto de la semana! ja! ;)
Y te lleva a pasear y te llena de besos ;)

isaurapdeve dijo...

La mayoría de las filosofías orientales y escuelas herméticas exigen un mucho de auto-observación y otro tanto de análisis de lo observado. La resultante es que muchos aspirantes a estudiantes claudican porque es muy muy difícil auto examinarse y más aún, analizarse.
Ese bonito y difícil ejercicio de sentarse en calma y cuestionarse esas tres preguntas claves que mencionas (fuente de orientación y desorientación por igual), es algo que muy pocos logran hacer con objetividad y muchos ni siquiera llegan a intentarlo. Y tú has llegado!
Al paso del tiempo me doy cuenta que conforme vamos sumando años a la vida, resulta más difícil explorarse. Según yo, esto es buena señal, pues el exterior nos ha enriquecido y no sólo vamos "pasando" por la vida con los ojos vendados, sino viendo... aprendiendo. Y bueno, con tanto detalle en la mente, cada vez es una tarea más larga describir lo que se logró apreHender en nuestro camino.
Gracias por recordarme que no debo perder de vista el hacerme esas tres preguntas básicas.
Un abrazo!

Taito dijo...

Feri, lo primero que hice tras leer tu comentario fue darles a mis hijos los besos que mandaste. Para mí, el que vengan de una maestra única, como tú, basta y sobra. Y sí, puse a mi marido a lavar los platos porque estoy resfriada. Lo bueno es que es muy consentidor, que si no... Te quiero mucho amiga, gracias por tus palabras.

Ixa linda, tienes toda la razón, son los aprendizajes, las experiencias todas, las que tornan difícil esta tarea del autoconocimiento, pero estoy segura que tú responderás bien estas preguntas. Es una premonición, casi. Un beso

ilne dijo...

Eres un ser hermoso y grande. Que es consciente de su lugar y que cada día aporta su granito para ser mejor para que el lugar que ocupas sea mejor, ayudas a los demás a sentirse bien y sentirse apoyados, y esas angustias que a veces te invaden no es mas que la angustia por no saber si las cosas las estas haciendo bien, y por lo que te he leído y como me corresponde, lo estas haciendo bien y lo seguirás haciendo porque eres lucida, autocrítica y critica y sobre todo amorosa.
Muchísimos besos y no cambies.

Palita dijo...

HOLA!!
REalmente que difícil labor contestar esas preguntas...Y qué bien lo has hecho.
Veo, al leerlas, que tenemos mucho en común...qué lindo!!!!

Me parece que voy a intentar contestarlas yo misma en algún momento (especialmente cuando mis hijas no andan revoloteando alrededor mío como ahora que están de vacaciones).

Qué hermosa familia tienes!!!!Y no lo digo solamente por lo bellos que salieron en la foto...

Un beso grande
Pali

Taito dijo...

Querida Ilne, amiga: Qué hermosas tus palabras. Te prometo que no cambiaré si tu prometes lo mismo ¿va?

Querida Pali: A mí me sucedió lo mismo el día que entre a su blog y encontré ese bello homenaje al amor que has construido con tu esposo. Creo que tenemos muchas cosas en común y me da mucho gusto descubrirlo otra vez. Gracias por tus palabras y sí, te recomiendo lo de las preguntas, es un ejercicio hermoso de autoconocimiento.

Taito dijo...

Estamos todos los que debemos ser.

el fantasma de la libertad dijo...

Tay,

quería decirte que te olvidaste de mencionarme entre aquellas cosas que tenías, un amigo binario que te estima mucho...

sabés, estos días tengo poca facilidad de palabra y fiel a mis principios, no quiero decir cualquier pavada solo por decir...

te mando un beso grande y creo que esa enumeración que hiciste es sólo la punta de la cuestión, yo me quedo con tu compañerismo en las situaciones emocionalmente adversas...

Taito dijo...

Tienes toda la razón, tengo un amigo con el que estoy porque el corazón me lo dicta. Un abrazo grande.

Anónimo dijo...

Soy Marlon...???????? Preparatoria 9
Recuerdo a Tayde Cecilia del Rio y pintaba para ser Feliz.

Ahora la encuentro confirmando su mirada y sus letras. Felicidades.

marlon_berlanga@hotmail.com