miércoles, febrero 21, 2007

El arte de dejar partir



La Navidad pasada me regalaron la versión del director de Nuovo Cinema Paradiso, una película por la que siempre he sentido una fascinación particular.
En la entrevista que viene como material adicional del DVD, Giusepe Tornatore explica que en realidad esta versión que ahora se ofrece como "del director" es la original del Nuovo Cinema Paradiso y que incluso así fue presentada en un festival europeo. Sin embargo, el cineasta italiano añade que se vio obligado a cortar su propio filme cuando la crítica lo catalogó de excesivamente largo y el público respondió con tibieza ante él.
El caso es que en esta "versión del director" del Nuovo Cinema Paradiso, el romance adolescente entre Salvatore y Elena no se queda en un simple recuerdo que cobra vida cuando "Toto" regresa a su pueblo natal.
Esta vez, los protagonistas se reencuentran por casualidad, cuando ya se han convertido en un hombre y una mujer maduros y con vidas que tomaron caminos muy distantes.
A pesar del paso de los años, Salvatore y Elena se confrontan, se echan en cara el abandono, se dicen el uno al otro que nunca olvidaron aquel romance adolescente, se perdonan, se regalan un último momento de amor, y después, a pesar de las protestas de Toto, los dos personajes se despiden para siempre.
Lo que me sorprendió de esta nueva visión de la película, no fue tanto el reencuentro de la pareja como la valentía que tuvo Elena para tomar la decisión de despedirse para siempre de quien fue su gran amor.
Se utiliza mucho para frasecillas baratas, pero esto de dejar ir a los demás no es cosa sencilla.
Al menos a mí siempre me ha costado lidiar con la idea de separarme de los seres que alguna vez he querido. De niña, por ejemplo, me asaltaban unas terribles pesadillas en las que perdía a mis padres. Más adelante, me costaba trabajo aceptar que algún amigo decidiera dejar de hablarme o que un novio quisiera cortar conmigo. Hasta que un buen día comprendí que había que permitir a los demás hacer ejercicio de su libertad y decidí repetirme a mí misma la frase "déjalo ir" cada vez que me asaltara el dolor por el alejamiento de alguien, ya fuera amigo, amiga, padre, madre, hermano, esposo, hijos.
La tarea no ha sido fácil, pero cada vez me resulta más comprensible cuando alguien decide partir. Sigue doliendo a veces, pero he logrado crear un círculo en el que al dolor sigue un proceso de entendimiento de las razones que tuvo el otro para irse.
Algunos regresan, y entonces me encuentran con los brazos abiertos y sin reproches. De los que no, guardo el recuerdo, aunque eso sí, previamente trato de despojarlo del polvo de rencor, que es tan dañino, y después lo coloco en un cofre especial del que lo saco cuando necesito revivir buenos momentos de mi vida.
Sin embargo, me siguen asombrando personas como Elena, que las hay en la vida real, capaces de entender sin más explicaciones que no se puede pretender que el afecto sea para siempre, que nadie nos pertenece, que no existen los vínculos obligatorios, que siempre será mejor la separación a mantener un lazo insano y que por ello debemos cultivar el difícil arte de dejar partir.
Se dice fácil ¿no?

(Debo confesarles que decidí hablar de este tema porque me interesa, sí, pero también porque quise que fuera un pretexto para regalarles este tema de amor del Nouvo Cinema Paradiso, que a mí siempre me extrae algunas lágrimas. Ojalá lo disfruten)

9 comentarios:

NORKA dijo...

Tayde todo un arte sin lugar a dudas, de paso que psicologicamente requiere de un arduo trabajo, somos humanos y ese chip quizas en muchos casos cuesta cambiarlo aunque convenga, de paso que algo curioso es la persona que le gusta vivir aferrada a algo que jamàs serà como ella lo quiere o se lo plantea. Què tal tu mundo, trata de enderesarlo, nada de patas arriba, tu mundo es lo que tù quieres que sea... un beso de chocolate y gracias por pasar quebueno que te gustò

Carlos dijo...

Estimada Taydé, el dejar ir es una costante en nuestras vidas... lo hacemos todo el tiempo, desde abandonar el útero materno como primera huída.

A tí también te llegó la hora de dejar el hogar paterno para construir el tuyo....

...yo siempre he pensado que partir es crecer, las partidas duelen, pero el dolor engrandece el alma.

Saludos.

boris dijo...

hola tayde, gracias por tu mención en tu recorrido por la blogosfera, yo no he sentido eso de adiccion, para mi es un desafio de escribir algo, lo tomo mas como un desafio intelectual que me ha llenado de alegria al conocer gente tan interesante, saludos

Taito dijo...

Norka linda: Fíjate que el mundo se me pone patas arriba a menudo, pero lo enderezo y lo enderezo, así que todo bien. Gracias por tu luz siempre.

Carlos: Tienes razón, yo creo que este ciclo de la vida en que los hijos dejamos a los padres y luego nuestros hijos nos dejan debería ser la mejor lección para dejar partir a los demás. Lo malo es que cuesta. Eso sí, como dices tú, el dolor engrandece el alma. Un beso.

Boris: No tienes nada qué agradecer. Realmente lo digo de corazón, tu forma de pensar y lo que expresas en tu espacio de verdad siempre me resulta interesante, además eres amante del cómic, de 31 Minutos y de Star Wars y eso me hace sentir una especial afinidad contigo. Un beso.

el fantasma de la libertad dijo...

Tay,

Ya lo dijo Yoda en el episodio III, "prepárate para dejar ir todo aquello que temés perder".

Yo creo que hay algo de sabiduría en eso, tal vez se pierde a alguien, a veces se lo reencuentra, la mayoría de las veces no. Pero no se puede vivir con el temor a dejar ir aquello que se quiere, porque incluso atenta contra el propio momento en el que aún no se han perdido.

Saludos.-

Taito dijo...

Fantasma amigo: Coincido con usted, no hay nada peor que vivir con el miedo a perder. Estoy en el proceso de ese aprendizaje aún. Es tan simple y al mismo tiempo tan necesario. Sabias palabras la del maestro Yoda (nótese que lo escribí bien para que no me manden a la tina de nuevo) o Yodita, como le dice de cariño Ghost Boy. Abrazos cariñosos

isaurapdeve dijo...

Tarde pero segura mi visita...
Sabes? cuando tenía como 14 años leí por ahí que el amar incluía darles a los seres queridos la libertad de elegir ser lo que ellos decidan. Muchas veces eso implica que se alejen de nosotros, pero al fin y al cabo, más daño les causamos pretendiendo retenerles por la fuerza.
En su momento me pareció muy bella frase, pero con el tiempo descubrí lo fuerte de su significado. Creo que esa es una de las razones por las que amar resulta a veces tan complejo.
Aunque a muchos les parezca bizarro, pero ahora he comprendido que amar a alguien, no implica que esa persona estará siempre a tu lado, ya sea por razones que salen de nuestro control (como la muerte) o porque simplemente al otro no le viene bien estar con nosotros en este momento. En ambos casos duele, pero ante lo irremediable de el primer ejemplo, termina uno comprendiendo que es el curso de la vida, ante lo terrible de lo segundo, más bien queda tratar de entenderles, a pesar de lo que el corazón esté lastimado.
Y ni modo, todo en la vida tiene un precio por pagar, el saldo más difícil está ligado al amor, porque irremediablemente, será con dolor, el día que el objeto de nuestro afecto deje de estar a nuestro lado. Tampoco es tan dramático como suena, pongo de ejemplo la llegada de un gatito a tu casa. Llega, lo comienzas a querer, se convierte en un miembro más de la familia.. pero un buen día se muere (digo, su ciclo de vida natural) y uno termina sintiéndolo como si se hubiera ido un amigo. Después del luto correspondiente al mentado gato, la verdad es que ya da miedo adoptar otro, porque sabemos que cuando muera, nos va a doler.. Con sus proporciones, pero así conceptuaría la idea.
Ni modo, en la vida todo son ciclos, pero lo cierto es que los amores perduran a pesar del tiempo, los problemas e incluso las vidas.. y a la postre, siempre queda la esperanza del reencuentro.

Un abrazo enorme Tay!
Por cierto: no he visto la película que mencionas, pero cuando la vea anunciada me la chutaré ;)

Anónimo dijo...

acabo e estar llorando dos horas con la PElicula esta cada vez la veo y me destruye: Es buenisma. Pregunta, TAyde: Quien es la mujer que sale en el poster tirado dentro del viejo Cine, cuando Toto regresa a Giancaldo. Esa estrella de porno star no es Elena, y por eso Alfredo quiso que no se le avisara a Toto, ni se le muestren las cintas?

Taito dijo...

Uy, anónimo, ahora sí me dejaste con una pregunta de trivia. No me ghe fijado en ese detalle, pero si me das permiso, la vuelvo a ver y regreso aquí para comentarlo. ¡Qué fuerte es esta película! ¿no? Yo también lloro cada vez que la veo, así que prepararé pañuelos para cumplir mi misión. Un abrazo