jueves, noviembre 16, 2006

Admiradísimo Doc:

Parecerá raro que escriba una carta aquí, como un post más. Obviamente, esto tiene una razón de ser porque la persona a la que va dirigida lo vale, no sólo por ser mi cuñado, hermano de mi marido, sino porque es un gran ser humano, que se ha convertido una inspiración para todos los que lo rodeamos. También sirve de pretexto para hablar sobre un don que pocas personas tienen y que el posee, y además obedece a que por ahora no tengo otra manera de pagarle el inmenso cariño que, sin decirlo, me ha demostrado en tantas ocasiones y que, por supuesto, es bien correspondido...

Querido Doctor Adán:
No lo sé de cierto, pero coincido contigo cuando dices que la carrera de medicina no es más sacrificada que otras. Coincido porque el que lo digas tú me basta y sobra.
Me consta que ni tú ni Moni han asumido su hermosa profesión con actitud de mártires. Eso es precisamente lo que los hace maravillosos a ambos.
Me explico más ampliamente.
Desde mi punto de vista, hay tres tipos de personas en el mundo: las que hacen su trabajo por dinero, las que lo hacen por vocación y las que lo hacen por amor.
Tú y Moni, sin duda, pertenecen al tercer tipo.
Cómo, si no es por amor, se podría explicar los años y años que te hemos visto entregarte con dedicación a tu carrera o el deseo de crecer que está cristalizando Moni en París.
Hace un rato lo comentaba con tu hermano. A veces no me explico los resortes que te mueven (y hablo en este caso exclusivamente de ti porque aún no he tenido el privilegio de ver a Moni dar consulta) pero te puedo decir que siempre me emociona ver con cuánto cariño recibes y atiendes a todo aquel que llega hasta ti, el seguimiento que das a tus pacientes, la paciencia que muestras, el interés que pones en cada enfermo, ¡vaya, hasta la sonrisa que brindas!
Estoy segura que si hubiera más doctores como ustedes, más seres entregados con amor a cada una de las cosas que hacen, el mundo sería mucho mejor, sin duda.
Yo qué te puedo decir. Cualquier homenaje que haga en tu nombre es poco, Adán. Más allá de que para mí seas el mejor médico general-internista-dermatólogo del mundo, no tengo ni palabras, ni dinero, ni nada más que mi cariño para agradecer todas las veces has estado para todos nosotros, no sólo por el inmenso cariño que se ha creado con el lazo familiar, sino simplemente por el amor con el que encaras lo que haces.
¡Cómo se pagan todas las ocasiones que nos has resuelto dudas, preocupaciones y problemas de salud, sin importar si te sacamos del cine, si estabas durmiendo o si tienes trabajo!
Yo me siento tranquila porque sé que estás tú en este mundo y para mí hace mucho que eres un ángel guardián al igual que Moni.
Te agradezco, además, por el callado cariño con el que proteges a tu hermano aun cuando no estás cerca, por ese corazón generoso que me hace admirarte siempre, por ser un tío invaluable para mis hijos, por Rodri, por los abrazos, por las sonrisas, por los chistes...
Le preguntaba a Oli hace un momento, lo que antes le pregunté a tu mami y ahora te pregunto a ti. ¿Cómo es que tu familia logró crear a seres tan hermosos, tan llenos de nobleza y de luz?
¿Conoces tú la respuesta?
En lo que la encontramos, va todo mi cariño, mi respeto, mi admiración y el deseo de que su amor siga creciendo para ti y para Moni...
Con todo mi cariño
Taydé

5 comentarios:

Gaby del Río dijo...

Totalmente de acuerdo contigo!!! Maravilloso doctor, en todos los aspectos!
:)

Anónimo dijo...

Sin duda a equivocarme Adan es un hombre que cura con su encantadora sonrisa y buen humor, imaginense el efecto de uno de sus besos!!! Besos mi doctor particular!!! Moni

Taito dijo...

¿Verdad, Gaby?, y aparte dice mi suegrita que cada vez se parecen más Oli y él, una razón más para quererlo.


Estoy segura, querida Moni, que él opina que uno de tus besos es igual o hasta más curativo... Son los mejores doctores el uno del otro. Un abrazo cariñoso

Gaby del Río dijo...

Sí, es cierto, tay, jeje, pero en verdad, a mi me sorprende muchísimo, es un doctor excelente!!!!

Grimalkin el Bardo dijo...

Hermana, el buen Adán es una de ess Almas Guardianas. Un gran hombre, un gran médico y un gran amigo.

Un abrazo enorme.

;)