lunes, noviembre 20, 2006

De tarea...


Yo tengo una mala costumbre que quiero compartirles. Los días festivos, mi corazón no se queda quieto, y lejos de aprovechar el asueto para el solaz y esparcimiento, tengo la manía de reflexionar sobre los sucesos que dieron pie al festejo en cuestión.

Hoy es 20 de noviembre, aniversario número 96 de la Revolución Mexicana, así que, guiada por mi mala costumbre, decidí autorrecetarme el capítulo dedicado a Emiliano Zapata dentro del libro Grandes Personajes Universales y de México, de Editorial Océano.

No pretendo reproducirles aquí el texto completo, ni aburrirlos con mis impresiones al respeto, pero me gustaría compartirles un poco de lo que leí.

Al abrir el libro en la página 704, aparece en el lado izquierdo una foto del héroe mexicano, cuyo pie, muy poético, reza: "Emiliano Zapata, la estampa del líder, forjado en el crisol de los campesinos de Morelos, que con su coraje y valor supo elevar a los humillados campesinos a la condición de luchadores por la divisa de 'Tierra y Libertad', sin claudicar en ningún momento ni ante los oropeles de la gloria, ni ante las prebendas o el acoso de los poderosos, lo que acabaría pagando con su sangre".

Justo al lado derecho, una breve y sencilla entrada explica el porqué de la lucha revolucionaria que reivindicara el también llamado Caudillo del Sur.

"El problema de la propiedad de la tierra afectaba a todo México de principios de siglo (XX), pero era particularmente agudo en el estado de Morelos, situado al sur de la capital de la República. Los hacendados de la zona, apoyados por (el presidente) Porfirio Díaz, que ocupaba el poder desde 1870, habían ampliado sus posesiones ocupando las tierras comunales y desalojando a los pequeños propietarios para establecer plantaciones de caña de azúcar. Los campesinos, que no conocían otra forma de ganarse la vida que la de trabajar las tierras de sus antepasados recurrieron a todas las instancias posibles para conservar su medio de vida, pero todo parecía en vano. En 1910, el anuncio de que el general Porfirio Díaz deseaba prolongar su mandato, asegurándose por séptima vez la reelección como presidente, provocó el estallido de las tensiones sociales hasta entonces reprimidas y el inicio de la Revolución Mexicana. En Morelos, la revolución adquirió características propias, muy determinadas precisamente por la cuestión agraria y por la personalidad y la actividad del máximo dirigente revolucionario de este Estado: Emiliano Zapata".

Al final de la biografía del "Calpuleque", aparece una foto del cadáver del caudillo, la cual, según reza el libro, fue tomada a instancias de los asesinos de Zapata, a saber, el Presidente Venustiano Carranza (quien no había querido incluir en su plan de gobierno las necesidades obreras y campesinas) y el general Pablo Gónzalez.
En el pie de foto de dicha imagen dice lo siguiente: "El 10 de abril de 1919, Emiliano Zapata caía asesinado por los disparos a quemarropa efectuados por más de mil federales comandados por el general Guajardo, brazo ejecutor de la vil traición urdida por el presidente Carranza y el general Pablo González".
Lo que pasó después de la muerte de Zapata es por muchos conocido y ha sido contado de generación en generación.
Como todo capítulo histórico, claro, tiene mucho de la visión de los vencedores y no de los vencidos. Sin embargo, no hay moraleja en esta historia y las conclusiones quedan a juicio de cada quien.

6 comentarios:

ilne dijo...

El pueblo que olvida su historia esta condenada a repetirla.
En España mas concretamente en Barcelona los grupos juveniles de izquierda siempre llevan como frase de liberación, de grito de guerra y escritas en banderas okupas o en paredes VIVA ZAPATA, para nosotros tambien es un ejemplo de lucha de justicia y de etica.
besos

Taito dijo...

Ilne, no sabes lo que me conmovió tu comentario de hoy. Yo, como dices tú, también creo que los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. En mi muy humilde opinión como mexicana, la situación de hoy no es diferente a la de hace 96 años, y por eso decidí invitar a todos a la reflexión. La lucha por la justicia debe ser algo cotidiano, y el ejemplo de Zapata para ello nos debe servir. ¡Qué gusto lo que sucede en Barcelona! Un ejemplo claro de que la tarea del "Calpuleque" en este mundo no fue en vano.

Olivier dijo...

Hola Teteta Bond,
Te escribo desde mi misi[on especial en Los Angeles. Solo queria saludarte por MSN, pero como no te encontre, espero que cuando veas esto recibas un besito. Por cierto, excelente texto.

Te extranio mucho

OLi

MALiZiA dijo...

Hola, llegué a tu blog, por una cadena de links. Estuve en México la semana pasada y me encantó tu tierra. Ahora leí lo que pusiste y sé un poco más. Te dejo un saludo de Buenos Aires, volveré!

Apologista dijo...

Taydé quien te dijo que es una mala costumbre?
Mirá este año se cumplieron 30 años del golpe militar y para ejercitar nuestra memoria o algo así el gobierno decidió establecerlo como feriado. No como día festivo obviamente sino como una perfecta manera de reflexionar.
No sabés la cantidad de discusiones que tuve con distinta gente que "aprovecho el fin de semana largo, me desenchufo y me voy a la costa".
Me parecia una falta de respeto entendés?
Pero bueno, cada uno tiene la Libertad de decidir lo que mejor le convenga, por lo que mis argumentos muchas veces se disolvían en el aire.
besos y abrazos VIVA ZAPATA.
Mar.

Taito dijo...

Chicos, perdonen que tardé en responder, pero es que mis angustias habituales me provocaron una contractura muscular un poco severa, así que no había tenido ánimo de escribir. Ahora estoy un poco mejor, así que decidí contestar.
Malizia, me da gusto que hayas visitado México, ojalá que podamos establecer una buena amistad por nuestros respectivos espacios y quizá a la próxima que vengas nos damos una ronda por ahí... Ojalá que la visita se repita muchas veces, yo en un rato más me daré una vuelta por tu blog. Un abrazo

Mi querida Marian, como siempre, qué manera de coincidir en ideas la tuya y la mía ¿no? En fin, qué bueno saber que en nuestra amada América Latina habemos seres que no olvidamos y que preferimos la reflexión antes que la diversión. Un beso con todo mi cariño.

Daniel, antes que nada, bienvenido y gracias por visitar este espacio. Estoy de acuerdo en cuanto a que cada persona es distinta, sería una locura pretender que hoy por hoy exista un Emiliano Zapata. Sin embargo, yo creo que a lo que se refería Ilne, y con lo que coincido plenamente, es que si olvidamos sucesos como la Revolución Mexicana, y dejamos que nuevamente las desigualdades se acumulen, los resultados pueden ser similares. Como tú acertadamente lo dices el olvido es una enfermedad maligna de los humanos y por eso es que somos los únicos animales que nos tropezamos más de una vez con la misma piedra. Gracias de nuevopor tu visita y tu reflexión. Ojalá que se repita